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30/8/24, 00:00

Implicancias de los residuales en barbecho: ¿control vs. fito?

Repasamos lo que hay que tener en cuenta a la hora de planificar estrategias de control de malezas, con los recaudos necesarios para no generar problemas de fitotoxicidad al cultivo sucesor

Residuales barbecho

Los herbicidas conocidos comúnmente como residuales deben su nombre a que sus residuos poseen actividad en el suelo durante un tiempo determinado. Dado que la mayoría se aplica antes de emerger las malezas, se los conoce comúnmente también como preemergentes

En los últimos tiempos se ha incrementado el uso de herbicidas residuales principalmente debido a que permiten reducir en forma temprana la competencia de las malezas con los cultivos. El mayor uso de esta herramienta en parte también está relacionado con la adopción masiva del sistema de siembra directa y las complicaciones en cuanto a la confirmación de biotipos resistentes que afectan principalmente los controles de algunos activos excesivamente usados (Fig. 1).

figura 1 - uso de herbicidas residuales

Figura 1. Factores que incrementaron el uso de herbicidas residuales en los sistemas de producción actuales. (Fuente: Herbicidas en el suelo, REM Aapresid).

La mayor persistencia de este tipo de herbicidas es una cualidad buscada para asegurar una mayor ventana de protección contra las malezas. Sin embargo, esta permanencia puede ser a veces un arma de doble filo, haciendo que los activos continúen su accionar en el suelo en concentraciones que resultan fitotóxicas y perjudiciales para el cultivo siguiente

Este proceso, comúnmente llamado carry-over, fue muy común en los últimos años donde las precipitaciones poco abundantes agravaron el proceso por falta de degradación de los activos.

¿Se están aplicando correctamente los residuales preemergentes?

Conocer las características y el comportamiento que tienen los herbicidas en el suelo es clave para hacer un uso eficiente de estas herramientas y que no traigan complicaciones a la hora de plantear una rotación segura. Conocer las ventajas y desventajas que tiene este grupo es fundamental para saber que exigirles y qué recaudos hay que tener en cuenta al usarlos (Tabla 1).

Tabla 1. Ventajas y desventajas de la utilización de herbicidas residuales (Zimdahl, 2007; Cangreve y Cameron, 2014). 

Tabla ventajas-desventajas

Un aspecto clave a considerar a la hora de pensar en aplicar preemergentes es que una gran proporción del activo queda depositado sobre el rastrojo; hasta que ocurra una lluvia, el mismo no se incorporará y existirán escapes por emergencias de malezas. Es importante que las aplicaciones se hagan lo más cercanas posibles a una precipitación, para evitar los nacimientos antes de la incorporación. 

Si nos centramos en las características de los preemergentes, existen diferencias entre los herbicidas iónicos y no iónicos. Estos últimos, por ejemplo flumioxazin, pyrozasulfone, s-metolacloro, acetoclor, diflufenican, entre otros, son los que más se “pegan” al rastrojo, por lo tanto requieren una mayor atención a los pronósticos de lluvias, siendo ideal que no transcurran más de 7 días hasta su incorporación.

El tiempo de persistencia debe empezar a contarse desde la ocurrencia de una precipitación de al menos 20 mm. En cuanto a la degradación de los activos, además de las diferencias que existen entre los distintos grupos, la cantidad de lluvia, la temperatura, la cantidad de rastrojo y las cualidades de suelo, también influyen.

figura 2 - persistencia

Figura 2. Factores que afectan la persistencia de los herbicidas residuales en el suelo. (Fuente: Herbicidas en el suelo, REM Aapresid).

Herbicidas postemergentes y su persistencia en el suelo

Los herbicidas se clasifican principalmente en preemergentes y postemergentes según su momento de aplicación. Durante el barbecho, es común utilizar una combinación de ambos tipos para maximizar la efectividad del control de malezas. Sin embargo, alguno de los herbicidas postemergentes pueden tener una persistencia en el suelo, representando algún riesgo potencial para cultivos posteriores.  Por otro lado, algunos herbicidas preemergentes también pueden mostrar actividad postemergente en ciertos casos, pudiendo interactuar de manera sinérgica o antagonista con los postemergentes propiamente dichos. 

En cuanto a postemergentes, existen moléculas que tienen algún tipo de persistencia en el suelo. Los más conocidos y con historial de fitotoxicidad en lotes de trigo y de maíz son los graminicidas del grupo Accasa. En el caso de ambos cultivos de gramíneas, el trigo es más susceptible que el maíz, y en dosis normales, cletodim es más fitotóxico que haloxifop. Con la salvedad de que este último tiene un mayor antagonismo con los herbicidas hormonales que generalmente se suelen usar en el barbecho cercano a la siembra, en este caso se debe pensar en separar las aplicaciones. 

Otro aspecto importante a la hora de pensar en fitotoxicidad por graminicidas, es la cantidad de rastrojo presente en el lote, siendo para dosis normales un aspecto clave para mitigar el efecto sobre el cultivo sucesor. Cuando el lote presenta baja cobertura, llega más producto al suelo y -sobre todo con cletodim- puede haber problemas de fitotoxicidad.

Por otro lado, para los casos de herbicidas residuales que presentan efectos de quemado postemergente. Un caso típico de esto es flumioxazin y sulfentrazone. Aunque cada uno de estos herbicidas por sí solo tiene un efecto de quemado que podría considerarse limitado, al combinarse con 2,4-D, sus efectos se complementan y sinergizan. Otro ejemplo de sinergia se observa con las triazinas en combinación con 2,4-D. Sin embargo, para este grupo de herbicidas, especialmente con metribuzin, se observa un antagonismo significativo con el glifosato.

Para los hormonales, cercanos a la siembra de soja, la situación es diferente según el activo. El más usado es 2,4-D, un producto que en dosis normales, con aplicación de algunos días previo a la siembra, una lluvia que lo incorpore previo a la emergencia y en buenas condiciones de lote no es tan fitotóxico para el cultivo, el riesgo suele ser bajo, pero no nulo. En cuanto a las diferentes formulaciones de este activo, no está claro si existen diferencias en su efecto fitotóxico.

¿Qué define una estrategia de secuencia de herbicidas?

El manejo de herbicidas implica mucho más que la simple elección del activo a utilizar para ciertas malezas y/o cultivo. Conocer las características propias de estas herramientas químicas y su comportamiento en el ambiente donde se van a utilizar, bajo una mirada integral y sistémica, es crucial para sacar el máximo provecho y reducir su impacto.

Cuando se plantea una estrategia de rotación de modo de acción de herbicidas, la idea es proponer alternativas diferentes año a año en la secuencia de cultivos, es decir, no repetir el mismo tratamiento cuando en una campaña se cultiva soja y en la siguiente se planifica maíz. Una planificación simplista puede llevar a problemas de muy difícil vuelta atrás con la aceleración en la selección de biotipos resistentes 

Sumado a esta acción de diversificar activos, lo ideal es ejercer controles con mezclas de herbicidas de diferentes grupos que tengan efectividad en la mayoría de las malezas problema. El ejemplo clásico del comportamiento aditivo para el control de Amaranthus hybridus es cuando se decide usar un herbicida del grupo de los PPOs en combinación con pyroxasulfone.

Dentro de la lógica de la rotación de activo, y en especial en la presión de selección, hay que tener en cuenta cuál es la maleza que se quiere controlar, ya que la comunidad que se afecta o selecciona en invierno es diferente a la de verano. Por lo que dicha reiterancia química en estaciones diferentes podría no ser tan problemática. Aunque sí se debiera asegurar la rotación de activos entre una misma comunidad de malezas, por ejemplo las de verano, entre los años.

Otro aspecto clave en la evolución de la selección de malezas resistentes a un activo es cuando los tratamientos no son del todo efectivos y van teniendo escapes de esa población, en ese caso el ideal sería repasar con postemergentes dichos biotipos.

La importancia de los barbechos cortos

Los barbechos cortos son los tratamientos que se hacen entre 60 y 30 días previos a la siembra y que posibilitan llegar con menos malezas, y de menor tamaño, a los tratamientos cercanos a la implantación del cultivo. Esta acción en lotes con historial problemático de malezas es fundamental para el accionar de los preemergentes, porque quitan cobertura verde, permitiendo que una alta proporción se incorpore a la primera lluvia y no quede retenido.

La duración que tenga el barbecho corto o intermedio, va a moldear la estrategía de secuencia de herbicidas, tanto en los modos de acción como en la necesidad de utilización de herbicidas persistentes o postemergentes. Por ejemplo, si se piensa en ir a maíz tardío que se va a sembrar en diciembre, donde el principal flujo de emergencia de malezas estivales se va a dar en octubre y noviembre sin competencia del cultivo, se debe posicionar al o los activos de mejor performance con persistencia en el barbecho corto de octubre. De esta manera, se apunta a llegar a la siembra con el problema casi ya resuelto, donde los preemergentes solo tengan la misión de sumar en el control de los primeros estadios del cultivo. 

En el caso de soja, si el barbecho corto se realiza en un periodo superior a los 30 días de la siembra, lo ideal es agregar moléculas que presentan persistencia (metribuzin, diflufenican, ambos con s-metolacloro). Después solapar con el tratamiento preemergente con mejor performance, lo más cercano a la implantación del cultivo y de una lluvia que lo incorpore.

En las últimas campañas, por diversas razones, un aspecto relevante a considerar cuando se plantean los barbechos cortos y la planificación de estrategias de control y principalmente con el uso de residuales, es la posibilidad de dejar “lotes abiertos”. Es decir, tratamientos químicos que te posibiliten maniobrar sobre la decisión de qué cultivo posterior sembrar

Esta estrategia dependerá de las posibilidades que brinda cada zona. En algunos casos la falta de condiciones hídricas limitó los nacimientos de malezas, por lo que se podría prescindir de un residual y usarlo luego en presiembra. En casos contrarios a este, afortunadamente existen varias herramientas selectivas para plantear en un escenario de maíz o soja indistintamente, esto debe estar planificado de acuerdo a los tiempos de barbecho y a los flujos de emergencia que poseen las malezas driver de dicho lote.

Alternativas de integración al manejo químico

Aumentar la diversificación y la intensificación con mayor tiempo de ocupación en las rotaciones constituye una herramienta vital para un enfoque colaborativo al uso de herbicidas. Esta estrategia actúa en el control de las malezas por la competencia que ejercen los cultivos, al tiempo que reduce el uso y la presión de los productos químicos y el impacto ambiental. La presencia de cultivos vivos durante más tiempo en la rotación reduce la cantidad de herbicidas a aplicar y los riesgos asociados a su uso con menos material vivo que ayude a la degradación de residuos fitotóxicos para el cultivo sucesor. 

Los cultivos de servicios son una herramienta a considerar para integrar al manejo químico. Barbechos que por rotación quedan extremadamente largos establecen una posibilidad para manejar comunidades de malezas por competencia. Un ejemplo claro es la competencia que ejerce un centeno sembrado en otoño con la comunidad de malezas invernales, que lleva consigo el ahorro de una aplicación. 

Para el caso de malezas estivales, en muchos casos el ahorro de una aplicación no existe. Pero seguramente cuando llegue el turno del tratamiento, parte del trabajo esté hecho y el lote se encontrará con menor presión de malezas y con las mismas en peores condiciones que si se hubiese dejado el barbecho extenso.

Aclaración: la presente nota es una recopilación de conceptos claves vertidos por el Ing. Agr. Diego Uztarroz de INTA Manfredi en el último episodio de #IntegrandoManejos el podcast de REM Aapresid y el libro Herbicidas en el suelo que tiene como autores a Francisco Bedmar (UNMdP), Valeria Gianelli (UNMdP e INTA) y Hernán Panaggio (INTA) en colaboración de la REM.

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